sábado, 22 de diciembre de 2007

La Historia no puede ser olvidada


Cien años se cumplen de uno de los capitulos más obscuros de nuestra historia, y es que cuando alguien es capaz de disparar contra su propio hermano, contra su propio compatriota, entonces el dolor se instala en los corazones de aquellos que ben a Caín matar nuevamente a Abel. Solo pedían lo justo, solo pedían ser tratados dignamente, solo pedían ser considerados como personas. No portaban armas, no habían hecho mayor escandalo que el salir a las calles como manisfestación de la voluntad que ya no puede más ante la inequidad. Y como respuesta recibieron las rafagas de los fusiles, los fusiles empuñados por sus propios hermanos, por chilenos que a la orden del general dispararon contra otros chilenos. Los obreros podrán ser catalogados de sediciosos cada vez que alzen su voz para demandar lo justo, más sin embargo, en este humilde espacio, les invito, de manera sentida, a reivindicar la lucha obrera, las demandas justas de nuestros trabaajdores, aquellos que a sus espaldas tienen familias, aquellos que no gana sueldos de gerente, pero que doblan su espalada mucho más que los señores de cuello y corbata, reivindiquemos sus demandas, y legitimemos su papel en el desarrollo del país, para que así, nunca más tengamos que lamentar un episodio tan negro como el acaecido cien años atrás en la escuela Santa María de Iquique. De esa forma, la sangre derramada no habra sido en vano, y se transformará en semilla de tiempos nuevos, tiempos más justos, tiempos sin muerte.








martes, 11 de septiembre de 2007

No olvidemos Jamás



Aunque los pasos toquen

Mil años este sitio
No borrarán la sangre
De los que aquí cayeron
Y no se extinguirá
La hora en que caíste
Aunque miles de voces crucen este silencio.

La lluvia empapará
Las piedras de las plaza
Pero no apagará
Vuestros nombres de fuego
Mil noches caerán
Con sus alas oscuras
Sin destruir el día
Que esperan estos muertos.

El día que esperamos
A lo largo del Mundo
Tantos hombres el día
Final del sufrimiento

Aunque los pasos toquen
Mil años este sitio
No borrarán la sangre
De los que aquí cayeron
Y no se extinguirá
La hora en que caíste
Aunque miles de voces crucen este silencio

miércoles, 9 de agosto de 2006

Frases

"A veces en la vida hay que bajar las revoluciones,
más no LA Revolución"

(Aloisius)

lunes, 5 de diciembre de 2005

Vive Todavía el Indómito Pueblo Araucano

Volveré a decir que estoy vivo

que estoy cantando

cerca de una vertiente[1]

Pedro de Oña escribía en 1596 una obra llamada Arauco Domado. Con esta daba cuenta desde su visión como la madre patria había logrado apaciguar al pueblo belicoso que vivía en los territorios del sur del mundo a conquistar. Sin embargo, lejos de haber sido domado, Arauco siguió resistiendo y tocando las trutrucas que anunciaban la perpetuación de la gente de la tierra. Se mantuvo distanciado, sufriendo los embates que les ocasionaron las personas que venían desde el otro lado del mar. Sin embargo ha seguido ahí, en el constante bregar diario para poder sobrevivir en medio de un mundo que cada vez les discrimina más, que desconoce cada vez más las raíces ancestrales que forman parte del corpus de nuestro pasado americano.

Transitar por la historia del pueblo araucano es transitar por una parte de la historia de nuestra América. Escribir sobre ellos es, de alguna manera, reivindicar el lugar que siempre han tenido y que se les arrebató a causa de la avaricia y los afanes de señorío.

Es necesario poder internarse en las venas de nuestra historia ancestral para poder encontrar el punto en el cual cada pueblo toma su propio rumbo y camina sus propios senderos, aunque tal vez lo más fundamental de todo sea poder reconocer y valorar lo propio de cada una de las etnias de nuestra tierra que mana leche y miel.

Se sabe que los primeros indicios que nos hablan acerca de los territorios araucanos se conocieron gracias a los avances Incas, quienes establecieron el río Maule como frontera del imperio del sol. Puesto que el pueblo mapuche no les permitió llegar más allá. Recién con Pedro de Valdivia se logra llegar al valle del Mapocho en 1541 y fundar la ciudad de Santiago. Para unos el fin de la libertad del pueblo araucano, para otros una lucha que hasta el día de hoy se mantiene vigente, una lucha por defender el territorio y todo lo que en el está contenido.

Durante el período de ocupación española, los araucanos alcanzaron una notable organización militar que les permitió no dejarse pasar a llevar por las fuerzas españolas. Haciendo que la idea de un Arauco domado, quedase solamente en la imaginería de su creador.

Ciertamente que al hablar de aquello se nos vienen a la mente las recias figuras de los toquis Caupolicán y Lautaro, entre otros, los cuales dieron gran estabilidad a esta figura política tan importante para el pueblo mapuche.

Desde esa figura importante se sucede un golpe duro para España, la muerte del conquistador conquistado, Pedro de Valdivia, en 1553. Ello significaba que el pueblo que se consideraba burdo e incivilizado era capaz de organizarse de manera tal que no se dejaba someter y que incluso podía dar cuenta de los jefes españoles que encabezaban la conquista. Las victorias, por parte de España, que más tarde se sucedieron solo habrían de ser un breve respiro en el conflicto, pues “la gente de la tierra”[2] estaba lejos de dejarse pasar a llevar.

El reconocimiento de la independencia chilena en 1641 dejo de lado el conflicto de la araucanía, puesto que habían asuntos de otra índole que debían ser atendido y por lo tanto se le bajo el perfil a un conflicto que aún respiraba.

Frente al desolador panorama que la guerra con Arauco presentaba para España, surgen los llamados Parlamentos de Paz para poder negociar y lograr acuerdos. Sin embargo, esos parlamentos no representaron una instancia de respeto dado que incluyeron un afán de adoctrinamiento por parte de la Iglesia que vio en ello la posibilidad de evangelizar, aunque, desgraciadamente desmereciendo el valor de la religión propia del pueblo mapuche. Simplemente fue otra instancia que violento a la gente de la tierra. Por tanto, el rol de la Iglesia en el conflicto no fue benévolo como podría haberse esperado.

Se estima que antes de la llegada de los españoles los mapuches ascendían a medio millón de habitantes, los cuales vivían en plena armonía con su entorno, en una plena ausencia de dominios territoriales, todo era de todos y para todos, por tanto no había por que guerrear entre hermanos. A lo sumo existían rencillas locales a causa del ganado, pero nada que alterara la convivencia pacifica del pueblo del sur.

La familia constituía la estructura organizacional y económica más importante, junto con los clanes que mantenían buen contacto entre sí.

La figura del jefe que comanda a la familia y al clan es de vital importancia para la organización de un pueblo que se está viendo invadido y violentado. Es por eso que anteriormente se traían a la memoria las figuras de Lautaro y Caupolicán, dado que ellos logran combinar de forma efectiva todos los requisitos indispensables para ser un buen líder, un líder capaz de llevarlos a la victoria y que, incluso después de haber sido ajusticiado, pudiese seguir siendo inspiración para continuar adelante con la resistencia frente al invasor que no cejaba en su intento por domar lo indomable.

Y si bien es cierto que el patriarcado era de notable importancia, representado en la figura del toqui y del lonco, la mujer no se quedaba atrás, ya que el rol religioso que esta cumplía (y cumple) era algo vital para la vida mapuche. La machi no es una figura menor dentro de la organización cultural del pueblo Mapuche, puesto que si el hombre, en la figura de jefe lograba aunar las fuerzas de todos para poder emprender la resistencia, la mujer, en la figura de la machi, a través de sus prerrogativas conectaba con el mundo trascendente de los espíritus para poder encontrar la fuerza que va más allá de la fuerza física, la fuerza interior que logra romper las barreras de lo imposible y que hace que cualquier empresa sea llevadera. Por tanto, no es justo dejar de lado el papel importante de la mujer, que dentro de los roles que cumplía lograba un cierto papel de jefe que a veces no es cien por ciento reconocido.

Es importante destacar que el pueblo mapuche logro una representación y explicación de la estructuración del mundo a un nivel muy profundo y significativo. Desde ahí se entiende la importancia del territorio, puesto que es ese el lugar donde descansa toda la herencia ancestral, la historia que dice quienes son y hacia donde avanzan.

La vinculación que logran con el entorno dice relación con la fuerza vital que de este obtienen. Una visión panteísta que permite una simbiosis entre los espíritus que conforman la tierra y el espíritu de los habitantes de esta, empezando por el espíritu más importante de todos Ngenechen, el cual entrega sabiduría que se transmite de generación en generación orientando a los más jóvenes que llegan a este mundo.

¿De que manera se logra que un pueblo por esencia pacifico se vuelva violento? simplemente amilanándolo a la manera como ha sido amilanado el pueblo Mapuche desde la conquista.

Claro está que los españoles actuaban desde la ignorancia frente a lo desconocido, frente a aquello que no se ajustaba a los estándares a los que ellos estaban acostumbrados.

Lo paradójico resulta ser que hoy, que comprendemos (o que decimos comprender) el valor antropológico de cada una de las culturas de nuestra América y del mundo entero, sigamos en la senda de la discriminación y de la permanente conquista respecto del pueblo araucano.

Que deuda más grande tenemos para con la gente de la tierra, deuda que lejos de ser saldada se acrecienta cada vez más. Los acusamos de anarquistas, cuando ellos se rigen por la ley de la tierra, que está antes que la ley de nuestros textos, los acusamos de insurrectos, cuando fueron conducidos a la legitima insurrección para recuperar lo que les corresponde por herencia ancestral, Les decimos ignorantes, siendo que en su gran sabiduría han logrado vivir en conexión con el medio, algo que nosotros, por más que buscamos; no alcanzamos. Les miramos inquisitivamente, como si fueran ajenos a la tierra que pisan, cuando ellos, aún teniendo derecho de hacerlo, no responden de la misma forma.

Resulta necesario poder hacer la necesaria memoria histórica respecto del tema que hoy he invitado a reflexionar, memoria que puede llevarnos a abrir nuestros ojos para ponernos en camino de reparar las heridas que los que antes que nosotros vinieron, han dejado abiertas sin ser debidamente sanadas, heridas de un pueblo que pese a todo, aún continua gritando a los cuatro vientos MARICHIWEO!![3]


[1] Leonel Lienlaf en ”Se ha despertado el ave de mi corazón” poemario mapuche.

[2] Mapuche significa “Gente de la Tierra”

[3] “diez veces venceremos”

domingo, 27 de noviembre de 2005

Esta semana ha sido productiva; Otro ensayo











La Vida es Aprendizaje

La vida cobra sentido

cuando se hace de ella una

aspiración a no renunciar a nada.

(José Ortega y Gasset)


La vida es aprendizaje constante. Todo lo que en ella ocurre enriquece nuestras historias y nos deja herramientas para seguir construyendo. Fortalece las suelas de nuestros zapatos para caminar. Por tanto, el sentido de la vida, como dice Ortega, está convertirla en una aspiración a no renunciar a nada. Nada de lo que en la riqueza de la vida podamos encontrar.

¿Qué significa aprender? Al respecto Visser dice:

“El aprendizaje humano es la disposición de los seres humanos y de las entidades sociales a las que pertenecen, al compromiso con un continuo diálogo con el ambiente humano, social, biológico y físico para generar un comportamiento inteligente para interactuar constructivamente con el cambio” [1]

Desde la perspectiva que Visser nos propone, como ya hemos dicho, el aprender se juega en la vida, estando atentos a todos y cada uno de los sucesos que nos van saliendo al encuentro, sobre todo aquellas situaciones que implican la participación de otros, ya que ahí el aprendizaje se vuelve mucho más significativo en cuanto mi historia se encuentra con la historia de otra persona y ambas, de esa manera se nutren. Por tanto, el aprender comienza desde que llegamos a este mundo, pues de ahí en adelante comenzamos a interactuar con otros.

Aprender se concibe entonces como un diálogo entre yo y mis pares, entre yo y el entorno que me rodea. Ahí claro está que se inserta el ambiente educativo caracterizado por la escuela, la universidad, etc., sin embargo, se hace notar que estas no son las únicas instancias en el proceso de aprender.

¿Cómo se aprende? Está claro que si estuviéramos solos en el mundo sería poco lo que podríamos llegar a prender. Necesitamos de la experiencia que el otro, la otra que se encuentra más aventajado que nosotros nos puede legar. Por tanto, para responder primero a esa pregunta, hemos de decir que para aprender necesitamos de la guía de alguien que nos vaya señalando el camino, persona que también se nutre de lo poco que nosotros podamos saber.

Fundamental resulta también poder desarrollar una serie de competencias para que el aprender sea más efectivo. Como por ejemplo poder desarrollar la capacidad de pensar, la capacidad de la cooperación, la de la comunicación, la de la empatía, la de ser critico, la de auto motivación. De esa manera se logra poder llegar al estadio que implica la autonomía del que está aprendiendo, luego de haber sido instruido por alguien mas “sabio” que el. Así se encuentra listo para poder ayudar a otros en el camino del aprender.

Por otro lado, para aprender hay que lanzarse a la aventura, practicar y vivir. Para aprender a caminar hay que caminar, tropezarse, caerse, volver a levantarse. A escribir se aprende escribiendo, arrugando hoja tras hoja y volviendo a escribir otra vez. Han de haber errores que tendrán que ser vividos. Es por eso que en el aprender, el fracaso juega un papel no menor, en cuanto que me muestra cuales son mis limitaciones y si acaso voy logrando mis objetivos o no. Habitualmente tememos de manera radical al fracaso y procuramos dejarlo a un lado, huir de el en la medida que podamos hacerlo, no dándonos cuenta que es una instancia tremenda de aprendizaje que lejos de ser negativa es constituyente de la dinámica de estar vivos y de ser humanos. “De los errores también se aprende”.

Para ese aprender es importante entonces poder conjugar la teoría con la práctica. Por teoría podríamos entender no solo lo que está compendiado en libros y textos magistrales, sino también lo que las personas que me rodean sabe y me enseñan. Y por practica está claro que es no es otra cosa que la vida.

Me parece que lo más fundamental de todo el asunto resulta ser que se aprende con otros, lo cual potencia más aún nuestra condicione de seres creados para el encuentro. Si bien es cierto que finalmente tomamos carácter de autónomos, seguimos encontrando personas y situaciones que aunque nos asalten en nuestro tiempo más senil, habrán de enseñarnos cosas y, finalmente, no dejaremos nunca de aprender. Por tanto, se aprende en la constancia del día a día, en lo dinámico de nuestro caminar. Se aprende siempre.

¿Qué significa pensar? Desde una perspectiva cartesiana, para existir hay que pensar (Cogito Ergo Sum) puesto que en la medida que pienso tomo conciencia de todo lo que me rodea, incluso tomo conciencia de mi propia existencia.

Para la noción del aprender, el pensar resulta de gran utilidad, debido a que ¿qué mérito tendría que se nos entregara todo digerido?, ¿qué calidad tendría el ejercicio cognitivo en esa situación? Heidegger habla de un construir, un habitar y un pensar. Ese construir puede ser abordado como el construir conocimiento, habitar aquello dice relación con el arraigo que yo vivo respecto de ese conocimiento construido y el pensar explica como yo mantengo una actitud de reflexión constante respecto de todo lo que ocurre.

Pensar es finalmente estar “incomodo” puesto que cuando estamos “cómodos” no nos preocupamos mayormente por las cosas que se suceden, pues el estado de comodidad en el que nos encontramos nos proporciona bienestar. Sin embargo, cuando algo nos incomoda, nos ponemos inquietos, nos movemos y comenzamos a poner en funcionamiento nuestras capacidades cognitivas. Surgen los “por que”, los “como”, los “para que”, en suma, nos cuestionamos.

El ser humano se ha cuestionado muchas cosas a través de la historia, eso por que no ha optado por pasar impávido frente a las cosas que ocurrían a su alrededor. La filosofía surge de ese afán cuestionador del ser humano.

Cuando yo pienso pongo en funcionamiento todas mis capacidades, mis potencialidades las pongo en orden a poder aprehender lo que estoy percibiendo. Todo mi ser se mueve en tal acción, por tanto, pensar significa poner en movimiento todo lo que hay en mí. Recuerdos, experiencias anteriores, prejuicios, saberes contenidos en mi, etc., constituyen una base significativa para ese pensamiento que me asalta y que me hace reflexionar, por que pensar no tiene sentido si no va acompañado de la reflexión, la cual me hace digerir aquello que estoy pensando. Lamentablemente, a veces esa capacidad reflexiva que debe acompañar al pensar queda demasiado de lado.

¿Cómo se puede pensar con más calidad? Como ya decía antes, hay una perdida de la capacidad reflexiva que no deja de ser importante. Eso se da debido a que muchas personas no ponen en acción sus destrezas, sus capacidades. Eso resulta lamentable, dado que cuando todos pensamos juntos, dada la multiplicidad de visiones, historias, saberes, etc., lo que se puede lograr adquiere una fuerza sumamente potente.

Para poder pensar con calidad hay que lograr unir ese pensar a esa reflexión antes mencionada, para lograr un pensamiento critico. Un pensamiento que genera cosas nuevas, que construye para vivir.

Por otro lado, considero que para poder pensar con más calidad se necesita poder bajar un poco la guardia. Sucede a veces que ponemos barreras a determinadas situaciones o ideas sobre las cuales no queremos pensar por que consideramos que son “vagas”, “ínfimas”, “sin importancia”, que error más grande cometemos, cuan soberbios nos volvemos al considerar aquello. Es muy sano también bajar a la tierra y recordar que antes que “sabios” somos seres finitos. Dejar que las ideas nos asalten es fundamental. Hay que adoptar ese papel de ignorante socrático que todo pregunta, que todo cuestiona, que no discrimina sobre aquello que piensa, aunque sean meras ocurrencias, no importa, son nuestras y tienen un sentido, el valor de este está en descubrirlo.

Por otro lado, para poder pensar con más calidad, en vistas a poder transformar el mundo, hay que ser un poco poeta y un poco filosofo, como dice Ortega y Gasset, puesto que son los poetas y los filósofos los que cambian el mundo.

Testimoniar aquello es fundamental para poder enseñar a otros a poder pensar con más calidad, ser maestro sin dejar de ser aprendiz, pues estamos claros que hay que estar atentos a los saberes que nos vienen por los demás.

Al ir terminado esta reflexión acerca del aprender y del pensar, no me queda otra cosa que decir que la tarea es grande, pero por más que se vea difícil la empresa no hay que amilanarse. Finalmente, hay que ser maestro, pero maestro en la vida (sin dejar de ser aprendiz) construir con otros y para los otros, en ese espíritu, aprender y pensar adquieren un valor inmenso.

Que más que poder seguir por la vida haciendo camino al andar como dice el poeta, inquietos por el mundo con la necesidad imperiosa de preguntar una y mil veces por lo que se sucede a nuestro alrededor.

Quizás, de esa manera dejaremos de ser engañados como somos engañados hoy por hoy, terminaremos de permitir que gobiernen nuestras vidas al ritmo de la moda del momento, haremos que nuestras vidas cobren sentido y ayudaremos a que las vidas de los otros también lo hagan. En esa perspectiva, si logramos aprender y pensar en esos términos y enseñamos aquello, podríamos llegar a globalizar la esperanza, la esperanza de un mundo más humano, más justo, más nuestro.


[1] Visser en apuntes del modulo I del diplomado de Pedagogía en Educación Superior; “Teorías de Aprendizaje” UST.

martes, 22 de noviembre de 2005

Nuevo Ensayo

EL DESAFÍO DE GENERAR CONOCIMIENTO…¿ UNA TAREA PARA EL TRABAJO SOCIAL?

Luis Sebastián Henríquez Muñoz [1]

"La verdadera ignorancia no es la ausencia de conocimientos,

sino el hecho de rehusarse a adquirirlos" (Karl Popper)

INTRODUCCIÓN

Una vez, el ser humano miró al cielo y sintió que había algo más allá de esa gran bóveda negra con diminutos puntos luminosos, sintió que la gran luz que se dibujaba en el horizonte, cada vez que caía agua del cielo, existía por algo….se cuestionó el porque de todo lo que le rodeaba, así, comenzó un camino, una búsqueda, y en ese camino fue generando conocimiento, dándole sentido a su existencia.

Ese camino iniciado por los que nos antecedieron fue in crescendo más y más y atraviesa hasta el día de hoy la historia de la humanidad. La posibilidad de generar conocimiento desde una disciplina se torna una tarea necesaria. Sobre todo en el área de las ciencias sociales. La búsqueda de la Aletheia [2] es una búsqueda constante que nos lleva a plantear caminos por los cuales poder transitar.

En algún momento se dijo que el Trabajo Social, siendo parte de las ciencias sociales, estaba llamado a ser una disciplina de ejecución. La posibilidad de que este generase conocimiento era visto con gran duda.

Sin embargo, hoy por hoy se habla de una epistemología del Trabajo Social. Y con Justa razón, puesto que como cualquiera de las disciplinas que integran el conjunto de las ciencias sociales, esta llamado a dar su mirada característica respecto de la realidad que interviene.

El presente trabajo es un intento de aproximación hacia esa dinámica de construcción de conocimiento en el Trabajo Social. Una mirada epistémica, en este caso, desde el paradigma explicativo. Pongo las esperanzas en que este sencillo ensayo sea un grano de arena para ayudar a la concientización acerca de la importancia de la tarea que nos aguarda como Trabajadores Sociales, la tarea de dar cuenta de manera elaborada, sistemática, lógica, elaborada, con pasión, de aquello en lo cual pondremos nuestras vidas: el trabajo con las personas. Embarquémonos entonces en este noble viaje y que nos acerquemos lo más que podamos hacia la ansiada Aletheia.

La ciencia es la herramienta….?

Hemos de establecer que cuando hablamos de generar conocimiento, en este caso desde el Trabajo Social, hemos de decir que para que tenga un carácter más solemne si se quiere, debemos darle el apellido de científico a ese conocimiento, teniendo en cuenta que si existe algo particular de la edad moderna esto es la ciencia.

Ciencia en la actualidad difiere claro esta de la "ciencia" que operaba en la Edad media, la cual tenía más bien carácter de alquimia. No se puede llegar a una concepción de lo que es ciencia haciendo una distinción entre la ciencia moderna y la ciencia de la antigüedad. Ese será tema para otro momento

Hoy hemos de encontrar la esencia de esta ciencia de la modernidad en la Investigación. Investigación que no se hace en abstracto sino en lo concreto, en lo real. Para nosotros, Trabajadores Sociales, nuestra ciencia se funda en la sociedad que estudiamos y que queremos conocer y dar a conocer a través de la construcción de conocimiento sobre ella.

El paradigma explicativo presente y la búsqueda de la verdad…

Principalmente hemos de señalar que el Trabajo Social se ha visto sumamente influenciado por la matriz positivista. Sobre todo en cuanto al legado empírico que adopta la profesión. En apalabras de Teresa Matus, el Trabajo Social:

"…formula interrogantes acerca de la realidad con la cual trabaja y las relaciona con la temática que le preocupa. Busca diferencias y regularidades entre una situación práctica y otra…" [3]

Lo posiblemente metafísico queda fuera. Es lógico, sobre todo desde la matriz positivista que deja de lado todo aquello que no sea tangible (confrontar con las posturas de Carnap al respecto)

Pero no se puede dejar de lado el hecho de que también el racionalismo ha hecho lo suyo. Principalmente desde las posturas de Popper al respecto. Racionalismo que también deja de lado la posibilidad de toda metafísica.

Si estas posiciones tienen un mérito, este es el de poder plantear el problema del origen del conocimiento. Unos destacando la importancia del uso de la razón y otros el de la experiencia.

Ahora bien, hemos de tener en claro que experiencia y pensamiento son constituyentes base del conocimiento humano.

Todo este panorama nos lleva a preguntarnos acerca de algo fundamental: ¿Qué es lo verdadero? Diremos simplemente que lo verdadero es lo real. Desde una postura empiricista diríamos que lo real es aquello que puedo experimentar.

Ahora bien, la edad media nos legó una definición de verdad; Veritas est adaequatio intellectus et rei (la verdad es la adecuación del intelecto y de la cosa) Se nos presentan dos posibilidades, una es que la verdad sea adecuación de la cosa al conocimiento, o que esa verdad sea adecuación, pero del entendimiento a la cosa. En esa línea, esa misma definición se puede formular de otra manera Veritas est adaequatio intelectus ad rem (la verdad es la adecuación del intelecto HACIA la cosa) acá es el entendimiento el que se acerca hacia la cosa y procura comprenderla.

En este sentido, en cuanto buscadores del anhelado conocimiento, queremos encontrar esa necesaria verdad. En nuestro caso, orientada hacia la posibilidad de expandir esa verdad. Tornarla en conocimiento respecto de nuestro campo de acción.

Una Mirada fuera del sujeto…………

Nuestra mirada de la realidad, de eso verdadero a lo cual nos referíamos anteriormente, la encontramos en una sociedad que muta constantemente. Si bien es cierto que cada persona responde a una subjetividad, esas personas también tienen formas de expresión desde su pensar y sentir, siendo esto un nexo con las demás personas que conforman la sociedad a la que estas pertenecen. Por tanto, un parámetro válido para encontrar verdades es mirar hacia esos lazos de unión que se presentan como exteriores a las personas. Durkheim plantea una mirada hacia esos hechos sociales que constituyen el conjunto de las relaciones entre los individuos de una sociedad.

Se trata entonces de una mirada general de este conjunto social, mirando aquello que se proyecta fuera del sujeto, sin pasar por alto lo propio de cada individuo, sino más bien fijándose en eso particular que se proyecta y se suma en lo social. Claro está que es una mirada sociológica, la cual, obviamente, no es dogma, pero sí nos puede ayudar a acercarnos a conocer aquello que queremos estudiar y comprender: la realidad.

Ahora bien, tenemos también la postura de Popper [4], quien al situarse frente al conocimiento de la realidad en cuanto ciencia, aporta el que esta deja de ser un saber de corte seguro para pasar a ser un saber más bien hipotético o conjetural, dejando de lado la inducción para así poder apostar por la deducción. Así también, desde popper, la ciencia abandonara el criterio de verificación para seguir el de la falsación. El convencionalismo crítico de la ciencia se apoyara entonces en la fuerza crítica de la razón. Se presenta entonces a la ciencia como una búsqueda incesante de la verdad antes mencionada, ya no como una posesión de esta. Se nos abre un camino enorme para poder generar conocimiento al decir que no todo está escrito y que este libro tiene aún muchísimas páginas en blanco para escribir. Es una opción de construcción desde la lógica a través de lo que Popper llama "conjeturas".

Desde esa racionalidad presente en él, establece a las teorías como enunciados universales. La verdad de la que hablábamos ya no encuentra fundamento en algún pasado o en algún trascendente, sino que más bien se preocupa de abrirse camino dentro del conocimiento mismo.

No puede dejar de mencionarse que el positivismo de Popper recibe críticas al respecto. Adorno asume esa tarea aduciendo que no existe una captación directa de lo empírico. En este sentido, el positivista estaría viendo sin darse cuenta que en ese acto está siendo mediado y condicionado por una sociedad que no se encuentra estática, por ende solo podría estar percibiendo apariencias. De esa manera estaría dejando de lado las potencialidades de la realidad, su carácter dinámico y procesual.

Por otro lado, tenemos también a Augusto Comte [5], importante exponente del paradigma desde el cual estructuramos nuestro trabajo. Él establece una reestructuración a nivel intelectual, moral y político de lo social. Esto desde un criterio eminentemente científico. Más aún, desde lo empírico establece tres estadios que habían de regir el desarrollo de la humanidad. Estos hacen referencia a que, teniendo en cuenta la particular naturaleza de la mente humana, las ciencias pasan necesariamente por tres tipos de estadios, que el denomina estadio teológico o estadio ficticio, estadio metafísico o abstracto y estadio científico o positivo.

En el teológico las explicaciones encuentran validez en un trascendente. Es el estadio primitivo de la ciencia antigua. En el metafísico, las verdades se encuentran en conceptos filosóficos abstractos, claro está que para un positivismo, esto sigue sin tener el garante necesario para validar ese conocimiento. Por tanto, en el último estadio evolutivo se encuentra el estadio científico o positivo, el cual se orienta al establecimiento de leyes con base en lo empírico. Es en este estadio donde la dimensión social encuentra un lugar.

Bourdieu presenta una mirada hacia el traspaso cultural de una generación a otra pero desde una mirada macro. De hecho, cuando habla de los habitus se refiere a conductas presentes en general en una sociedad. Por tanto lo subjetivo tiene sentido en cuanto forma parte de un todo más global. No hay que olvidar que Bourdieu sigue la línea sociológica establecida por Durkheim.

Nos encontramos también con Robert King Merton quien propone al análisis funcional como la base necesaria para el estudio de la sociedad, aunque de un punto más bien relativo, de manera tal que se oponía al funcionalismo de carácter absoluto de Malinowski. Merton piensa respecto de lo social que los elementos que integran tal dimensión no necesariamente realizan una función, por lo cual no son necesariamente indispensables. De esa manera concibe el término "disfunción" en oposición a la "función" que hace permanecer estática a la sociedad.

Bronislaw Malinowski, a diferencia de Merton consideraba que las sociedades habían de estudiarse desde el contexto general que su propia cultura le entregaba.

Él considera que los hechos que se suscitan en las sociedades están en constante interdependencia entre si. Ahí la disyuntiva con Merton. Es más bien una mirada antropológica de la realidad.

Tengamos a bien poder considerar estas posturas como posibilidades de construcción de conocimiento y de acercamiento a la verdad que en ciencias sociales buscamos.

Intentando Concluir

Nos hemos enfrentado a diversas posturas respecto de cómo poder generar conocimiento en las ciencias sociales, en específico desde el Trabajo Social. Todas las teorías planteadas son caminos legítimos que presentan posibilidades para la construcción de ese conocimiento. En definitiva, para salir al encuentro de la aletheia.

Como trabajadores sociales creo que lo fundamental es apostar por emprender tal camino. Difícil por lo demás, pero necesario, sobre todo si se piensa que nos jugamos la posibilidad de hacer que toda la información que convertimos en conocimiento acerca de una realidad concreta se pone en virtud de lograr comprensión acerca de esa realidad que es compleja y que debe ser aprehendida para poder cambiarla. Hoy por hoy se habla de la transformación del mundo. Utopía posible en la medida que se asuma como responsabilidad primera.

Los tiempos cambian y es necesario poder comprender que esos cambios nos afectan y que parece ser que en su mayoría, tales cambios van en desmedro de los sectores vulnerables de la sociedad. Sectores que debieran estar en el primer lugar de nuestra línea de accionar para poder intervenir de manera positiva.

Si alguna vez se pensó que el Trabajo social estaba llamado a ser una disciplina que ejecutaba políticas, quizás, la misión de hoy es poder tornar esa visión parcial que todavía puede permanecer en la concepción que se tiene respecto de la profesión. Tornarla hacia una nueva visión acerca de nuestra tarea como trabajadores sociales, en la cual se entienda que no pasamos por la realidad sin recabar trascendental información que puede cooperar en la tarea de comprender tal realidad.

Referente a la pugna que existe entre la tradición galileana y aristotélica podríamos citar a Popper cuando dice:

"conviene que combatan las ideas, para que no tengan que combatir las personas"

Esa diferencia de pensamientos, de visiones, de posturas, lejos de ser algo negativo que nos retrase es un indicador de lo dinámico de nuestra capacidad de reflexión. Tal vez sea difícil conciliar ambas tradiciones, sin embargo, me parece que lejos de ser una tarea imposible, se presenta como una interesante empresa que puede dar luces importantes en el camino de la construcción de conocimiento. Recordemos que tenemos una responsabilidad especial con las personas, con la sociedad. Desde ahí estructuramos nuestro proceder.

Que lo escrito sirva para poner en duda, para impulsar a no quedarse estático referente de los temas que venimos discutiendo, que no se transforme en dogma, sino que nos impulse a cuestionarnos todo lo necesario para asumir la tarea que tenemos por delante: construir, construir conocimiento.

BIBLIOGRAFÍA

  • López-Cabanas, Miguel y otros "Intervención psicosocial y Servicios Sociales: un enfoque participativo". Editorial Síntesis Psicológica, primera edición, España 1999.


  • Vélez Restrepo, Olga Lucía "Reconfigurando el Trabajo Social: Perspectivas y tendencias Contemporáneas" Editorial espacio primera edición, Buenos Aires Argentina 2003


  • Matus, Teresa y otros "perspectivas metodológicas en Trabajo Social"Editorial espacio primera edición, argentina, 2001.


  • Larraín, Jorge "Modernidad, Razón e Identidad en América Latina" Editorial Andrés Bello, primera edición, Santiago de Chile 1996.


  • Echeverría, Rafael "El búho de Minerva" Editorial Dolmen, tercera edición Santiago de Chile 1997.
  • Biblioteca de Consulta Microsoft Encarta 2005 Microsoft Corporation.
  • Popper, Karl R. "Conjeturas y Refutaciones: el desarrollo del conocimiento científico", Ediciones Paidos 1ª edición.
  • Popper, Karl, "La lógica de la Investigación científica" Editorial Tecnos, 1ª edición.


[1] Alumno de primer año de la carrera de Trabajo Social en la UST

[2] Griego, Verdad

[3] Matus, Teresa "Propuestas contemporáneas en Trabajo Social", Editorial Espacio, 1ª edición '1999 BB. AA. Argentina, página 39.

[4] Referente a Popper y sus planteamientos revisar:

- Echeverría, Rafael "El Búho de Minerva: Introducción a la filosofía moderna" Dolmen Ediciones, ·ª edición ' 1997 Páginas 193 a 203

- Popper, Karl R. "Conjeturas y Refutaciones: el desarrollo del conocimiento científico", Ediciones Paidos 1ª edición.

- Popper, Karl, "La lógica de la Investigación científica" Editorial Tecnos, 1ª edición.

[5] Referente a comte consultar:

- Echeverría, Rafael "El Búho de Minerva: Introducción a la filosofía moderna" Dolmen Ediciones, ·ª edición ' 1997 Páginas 121 a 125.

viernes, 4 de noviembre de 2005

un poema.........................


A continuación, un poema de un maestro, Pedro Casaldáliga, Obispo del Brasil, Poeta de la liberación.......más que un poema, para mi, una filosofía de vida. No se, leanlo y juzguen ustedes mismos.......




"Me llamarán subversivo
y yo les diré: lo soy!
Por mi pueblo en lucha vivo
con mi pueblo en marcha, voy.
Tengo fe de guerrillero
y amor de revolución.
Y entre evangelio y canción
sufro y digo lo que quiero.
Si escandalizo, primero
quemé el corazón
al fuego de esta pasión,
cruz de su mismo madero.
Incito a la subversión
contra el poder y el dinero.
Quiero subvertir la ley
que pervierte al pueblo en grey
y al gobierno en carnicero.
(Mi Pastor se hizo cordero,
servidor se hizo mi Rey)"

Pedro Casaldáliga

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